Nuestra historia

El trazado que actualmente compone el Belgrano Norte formó parte del Ferrocarril Central Córdoba Extensión a Buenos Aires, nombre que se le daba a la prolongación desde Rosario, en la provincia de Santa Fe, hacia la Ciudad de Buenos Aires. Este ferrocarril fue uno de los que luego pasó a formar parte del Ferrocarril General Belgrano.

Los primeros servicios, que partían de Rosario y llegaban hasta la terminal provisoria de Villa Adelina, comenzaron a correr en 1909. En el trayecto los trenes paraban en las otras cuatro estaciones existentes al momento: Villa Rosa, Del Viso, Los Polvorines y Don Torcuato.

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En 1912 se llegó a Retiro y comenzaron a funcionar servicios locales entre esa estación y Villa Rosa. El ferrocarril atravesaba la avenida Maipú, por lo que se construyó un puente a nivel de la calle de unos 15 metros de ancho conocido como Puente Saavedra. Durante la década del ´20 la estación que funcionaba en ese lugar pasó a llamarse Aristóbulo del Valle.

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En 1931 la estación Juan B. Justo fue renombrada como M.M. Padilla para diferenciarla de la estación homónima del ramal Retiro-Delta del Ferrocarril General Mitre, ubicada a pocas cuadras. En los años 1930 se creó la Parada Kilómetro 18, para la que se propusieron distintos nombres, como el de Ader, Torre de Ader, Drysdale, La Tahona. El asunto pasó a manos de la Academia Nacional de Historia, la que sugirió el nombre de Carapachay, y así se la denominó a partir de 1946.

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En 1949 los ramales de trocha angosta operados por Ferrocarriles del Estado se incorporaron al nuevo Ferrocarril General Belgrano, que sumó así todas las líneas de trocha métricas existentes al momento de ser estatizada la red ferroviaria. Desde entonces se lo llamó “Belgrano Norte” para distinguirlo del “Belgrano Sur”, también urbano y parte del mismo ferrocarril General Belgrano.

En 1991 el Estado Nacional decidió concesionar los servicios ferroviarios urbanos que, hasta ese momento, continuaban administrados por Ferrocarriles Argentinos. En 1994 se otorga, mediante licitación pública, la concesión a la empresa Ferrovías que lo opera hasta la actualidad.

Asimismo, Ferrovías cuenta con un Programa Específico de Compliance, de conformidad con las previsiones de la Ley 27.401, que establece un conjunto de reglas y procedimientos internos, y fomenta valores éticos, transparencia y una cultura de cumplimiento de la ley dentro de la Compañía. En él afirma su “tolerancia cero” a la realización de cualquier hecho de corrupción por parte de los miembros de la empresa, así como también incorpora las mejores prácticas de gobierno corporativo para generar valor y la sostenibilidad de nuestros negocios.

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